Pese a la gran fuerza convocada por el pueblo chileno, en casi dos meses de presión hacía el Estado, para que las demandas sociales sean escuchadas. El presidente Sebastián Piñera, no ha cumplido ninguno de los puntos del movimiento de manera seria: salud, educación, pensiones, vivienda, femicidios, sueldo mínimo, costo de la vida, entre otros.
El Informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos, arrojo 476 querellas, por el accionar de la Fuerzas Armadas, destacándose el accionar cruel, inhumano y degradantes. En el periodo de 19 de octubre al 30 de noviembre del presente año, en el Estallido Social en Chile se han presentado un total de querellas por torturas y tratos crueles (476), fueron presentadas por hechos ocasionados por funcionarios de Carabineros de Chile, 33 por la participación de algún miembro de las Fuerzas Armadas, 10 por participación de funcionarios de la Policía de Investigaciones.
Cabe señalar, que 96 querellas fueron presentadas por torturas o tratos crueles con violencia sexual. Ascendiendo a 135, de las cuales 71 son mujeres (equivalente al 53%) y 64 son varones (correspondiente al 47%). «Estos datos demuestran que la violencia sexual afectó en mayor medida a mujeres y niñas. Este número sólo comprende en el mes pasado, sin embargo, el mes de diciembre asciende estrepitosamente el número, puesto que la represión ha sido más severa, por parte de los agentes del Estado, las mujeres han sufrido desnudez forzada, abusos y violaciones. La Defensoría Jurídica de la Universidad de Chile y Abofem reportan que nos dan abasto con las denuncias, realizados por las y los afectados.
Por otro lado, el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y miembro de la Defensoría Jurídica, Tomás Ramírez señalo a la radio de la casa de estudio, que ha sido el actuar policial y el trato con los observadores de dichas instituciones, que dificulta el acceso a la información de las personas detenidas y a la posibilidad de entrevistarlos, para conocer el estado en que se encuentran y las condiciones de su detención”. Las dinámicas de la represión policial y militar que se mantienen y que va empeorando a medida que pasan los días”,
Viviana Rodríguez, representante del movimiento feminista sostiene que la violencia contra mujeres es un problema político, continuo y estructural. En momentos de masiva participación política, los militares utilizan la violencia sexual como un arma de guerra contra mujeres y niñas. Las mujeres víctimas de la represión de la dictadura se encargaron de liberar la gravedad de las distintas formas de agresión sexual, usadas para castigar su ejercicio político. Prácticas que hasta antes de ese momento eran completamente invisibilizadas, hoy las feministas somos más activas, no solo denunciando, sino también creando redes para la protección de las mujeres.
Sin embargo, El Estado de Chile tiene obligaciones en ésta materia de acuerdo a los tratados internacionales de derechos humanos y la verdad es que este incremento exponencial en las denuncias por este tipo de prácticas, donde además hay en varios casos patrones comunes de actuación por parte de las Fuerzas Armadas, claramente nos muestra que el Estado hasta el momento, no estaría actuando con la debida diligencia para prevenir la violencia contra las mujeres impartida por la fuerza de orden y seguridad», expresó al Mostrador el jefe de la Unidad Jurídica del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Rodrigo Bustos.
Finalmente, Paula Macerratta chilena radicada en Alemania, encabezó el performance de la Tesis, con una treintena de mujeres en la cuidad Braunschweig, quienes se manifestaron la semana recién pasada, solidaridarizando por nuestro país y con todas las mujeres del mundo que son reprimidas, violadas, torturadas, desaparecidas y asesinadas.
Yohanna Rojas M
Periodista Independiente